Llaman a sus parientes más cercanos, mientras mamá gorriona intenta arrimada a la cornisa ver lo que ocurre. El hermano mayor revolotea cerca de la negra figura.
A la llamada de los padres acuden algunos familiares y vecinos, que preocupados observan como ayudar a los pequeños.
Al final, dos de los más valientes, se acercan hasta el objeto que en algunos momentos agita sus alas con la intención de soltarse. Y observan que se trata de una golondrina, preguntándose como pudo llegar hasta ese lugar?.
Viendo el padre que la solución se presentaba pele aguda, acercándose a una ventana, opta por pedir ayuda........
Y, asombroso ¡¡ En su ayuda acude un humano, que arriesgando su integridad sube a la ventana, para volver a entrar en su casa. Los abandonó ?......
No, fue por algo que le ayudara a soltar al intruso, que sale ileso y alejándose volando de su atadura. Y Colorin, coloran esto felizmente se ha acabado. Y GRACIAS HAN DE DAR AL OSADO HUMANO.
"" ! HAY QUE VER LO QUE CONSIGO OBSERVAR DESDE MI VENTANA ¡ ""
¡Y que lo digas Pedro! ¡¡¡impactante!!!
ResponderEliminarPobre vencejo, seguramente se atascó una pata en alguna grietilla de la pared.
Los gorriones, que muchas veces pasan tan desapercibidos son verdaderamente interesantes y nos puden deparar muchas sorpresitas como la que nos has contado.
GRACIASS y a seguir mirando por esa ventana ;)
Un abrazo
Cristina