El nueve de este mes de Mayo, nos pusimos a limpiar y airear las patatas que se habían sembrado y apareció un cachorro de sapo, diría yo, muy asustado.
Le veo intentando abandonar el lugar en sentido contrario a mi lugar ( hacia arriba, ya que se encontraba en pendiente ).
No habían pasado ni medio minuto, salió otro/a, pero más grande, que presuntamente salia en su ayuda.
Y trepando como si fuera un humano salio tras el.
Y le deje seguir su camino, observando que las hojas de las patatas se movían en señal de decirle ! Adiós !.
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